Pasear por las calles y conocer los distintos barrios, plazas, monumentos y entresijos de Barcelona es acercarse a una combinación de culturas. Estamos ante una de las ciudades consideradas entre las más cosmopolitas de Europa, una capital en continuo crecimiento que fue ganando potencial a lo largo de las últimas décadas, especialmente después de la celebración de los Juegos Olímpicos, en 1992. Se trata de la segunda urbe más poblada de España y la sexta de la Unión Europea. Pero, má allá de realizar una ficha técnica de la ciudad, Barcelona hay que caminarla, vivirla y recorrerla de punta a punta. ¿Por dónde empezar nuestra visita a la ciudad condal?
Antoni Gaudí está presente y se respira en cada rincón y el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, situado en el centro de la ciudad es, sin duda, uno de los emblemas más identificativos de Barcelona. Se trata de la obra más importante del máximo representante del modernismo catalán y uno de los monumentos más visitados, por lo que acercarse y admirar su arquitectura a ella es casi obligatorio.En la misma senda de la Sagrada Familia, uno de los espacios con más turistas de la ciudad es el Parque Güell, un inmenso recinto público con jardines y originales elementos arquitectónicos que se ubica en la parte alta de la ciudad, concretamente en la Montaña del Carmelo. Allí, el visitante podrá admirar la plenitud del trabajo de Gaudí en cuanto a la plena integración de sus obras en la propia naturaleza. Las Casas Batlló y Milá-La Pedrera también deben ser dos de las paradas indispensables en el conocimiento de la obra gaudiana.
Después de conocer de cerca estos monumentos, la jornada puede completarse con un paseo por La Rambla, una de las avenidas más famosas y transitadas que une el Casco Antiguo y la Plaza de Catalunya, centro neurálgico de la ciudad en el que la vida no cesa ni de día, ni de noche. En este recorrido, además, se puede aprovechar para conocer el interior del mercado de La Boquería y el emblemático edificio del Liceo.
Otra de las avenidas imprescindibles de la ciudad condal es el Paseo de Gracia, situada en la parte central de Barcelona, en El Ensanche.
Y, por supuesto, los amantes del deporte rey no deben perderse la entrada al estadio del Fútbol Club Barcelona. Inaugurado en 1957 y escenario de importantes eventos deportivos, el Camp Nou fue catalogado por la UEFA, en 1998, como estadio con categoría de élite, convirtiéndose en el segundo de España en alcanzar esta categoría. Sus impresionantes dimensiones lo convierten, además, en el estadio con mayor capacidad de Europa.